La Osteopatía se basa principalmente en el concepto de horizontalidad de las superficies oclusales y de la mirada, así como en la fisiología del cráneo y de la columna vertebral y de las relaciones entre estas dos estructuras (sistema craneosacro) en consideración de la relación entre esfenoides y occipucio (SSB-Sínfisis-esfeno-basilar) y en qué medida estas estructuras afectan la postura y la dinámica mandibular. Luego, el cráneo se coloca en la columna y traduce fielmente los patrones posturales. El plano oclusal horizontal define la horizontalidad de la mirada y participa en el equilibrio postural. La costura de la base del cráneo se produce a nivel de la sincondrosis esfeno-basilar (SSB), donde el esfenoides se articula a través de una estructura cartilaginosa, con el occipucio, el esfenoides y la única zona neutra mecánica y funcional del cráneo, y constituye el centro del cráneo. Esta sutura tiene la función de dirigir la movilidad de la pared anterior del cráneo, especialmente el maxilar. Mientras que el otro hueso que participa en la S.S.B., el occipucio, dirige el sector craneal posterior y particularmente la mandíbula. El dentista debe ser el arquitecto del cráneo y asume un papel de equilibrio de las dos primeras vértebras cervicales del atlas C1 y del eje C2, mientras que C3 representa la vértebra del equilibrio craneal.
El cráneo es el reflejo de los dientes, los dientes son el reflejo del cráneo. Por tanto, es necesario saber evaluar la función oclusal en base a asimetrías craneales; si el cráneo no es simétrico, la mandíbula no es simétrica y todo está desequilibrado. Antes de restaurar una mandíbula, es necesario restaurar el cráneo C0 (Occipucio) en la columna, C1-C2 en C3. El eje bisagra de la boca, el verdadero, es el cervical. La cabeza se puede considerar como un péndulo que tiene su centro de gravedad. En ortodoncia es importante tratar el cráneo especialmente en niños con una acción preventiva e interceptiva. El cráneo de un niño debe estar en óptimas condiciones durante la fase de desarrollo para mantener la postura en equilibrio.
El concepto osteopático de oclusión trata al hombre en un contexto sistémico, es decir, global, y establece un contacto entre la osteopatía, la ciencia holística y la odontología, una ciencia médica muy especializada. La osteopatía define la oclusión como la traducción del equilibrio intracraneal del individuo en la relación craneomandibular. Estos dispositivos elastodontes multifuncionales están en perfecta armonía con el concepto osteopático reservado a la ortopedia dento-maxilofacial y, por tanto, al desarrollo de la oralidad y el sistema psicomotor del niño. El concepto es dejar de lado el síntoma a favor de un medicamento más interesado en las disfunciones del sistema; no es necesario esperar al síntoma oclusal para realizar un tratamiento. Para curar es mejor prevenir. Las características técnicas del Bio Activador AMCOP, junto con la facilidad de uso, hacen que el propio dispositivo sea particularmente importante en la estimulación del crecimiento dentoesquelético y en la recuperación de problemas disfuncionales del individuo y, por tanto, en las causas de maloclusiones.
La oclusión es un proceso evolutivo, dinámico y continuo. Es el espejo del equilibrio postural. La oclusión actúa como una sutura abierta real, una salida para las constricciones del cráneo. La oclusión da forma a la matriz postural. Una maloclusión es la consecuencia de los problemas disfuncionales del paciente asociados con una dismorfosis más o menos severa. Cuanto antes y más interceptivo sea el inicio del tratamiento, mayor será la posible recuperación fisiológica de la forma y función correctas. El trabajo interceptivo tiene como finalidad simplificar el tratamiento de ortodoncia y por tanto no prevé la extracción de dientes sanos para la recuperación de espacios en la arcada. Restaura las distintas dismetrías del sistema dentocraneofacial (ortopedia) y las funciones neurovegetativas de la boca, como succionar-tragar, respirar, masticar y fonación. Este tipo de tratamiento, por tanto, permite un posible tratamiento posterior con dispositivos indicados para una correcta alineación dentaria, sobre estructuras cráneo-mandibulares bien armonizadas y equilibradas. De esta forma se acortan sustancialmente los tiempos y se limita la posible aparición de recaídas una vez finalizado el tratamiento. Además, la postura depende del equilibrio cráneo-cervical-mandibular y, por tanto, con la recuperación de la posición correcta del macizo cefálico y de las dismorfismos craneofaciales, que están relacionados con las lesiones de la sínfisis esfeno-basilar, también será posible restaurar las primeras vértebras de las cervicales, para un control constante de la postura.
EL DENTISTA DEBE SER EL ARQUITECTO DEL CRÁNEOPARA UNA CORRECTA RELACIÓN DENTAL-CRÁNEO-CERVICAL-MANDIBULAR, Y POR LO TANTO POSTURAL